Cuando llegamos no dejaron de invitarnos a escoger mesa, se escuchan nombres de platillos por doquier, no sabíamos dónde sentarnos. Se escucha “sino le gusta no lo pague”, por fin decidimos el lugar, la experiencia a superado por mucho nuestras expectativas. La atención del personal excelente, amables, atentos a más no poder. Vale la pena la experiencia. Los platillos estuvieron muy ricos, me gustó la presentación y el sabor, lástima que haya tanta oferta gastronómica en la ciudad, pero seguro lo consideraremos para otra ocasión.
Buen sazón, probamos Salbutes la masa muy rica, ligeramente doradita con cochinita. Tacos de lechón con un pequeño pedazo de chicharrón, también ricos. Lo único qué notamos caro los jugos naturales medio en 75 y/o 90 litro, dependiendo la fruta. También venden fruta picada en la noche, una opción para los que quieren cenar ligero.
Nota: Al encontrarse muy juntos los locales, se escuchan los gritos de los comerciantes por invitarte a consumir con ellos.
Muy cerca del Paseo de Montejo, con gran parte de los principales platillos tipicos de la región. Abierto todo el día, puedes llegar por la mañana para iniciar el día con un desayuno o por la tarde noche para cenar tranquilamente.
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